Nuria Soto, del movimiento ‘RidersXDerechos’, dice al Gig Economy Project que la Ley Riders tiene sus problemas pero ha creado una “base para la lucha” más fácil.
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RidersXDerechos ha sido el eje del movimiento de los riders en Europa desde sus inicios. La primera huelga de riders en España tuvo lugar en Barcelona en julio de 2017, y de ella surgió RidersXDerechos, que luego se extendió por todo el país.
Desde entonces, RidersXDerechos ha sido una espina constante para las plataformas de reparto de comida a domicilio, liderando muchos de los 50 casos judiciales ganados por los trabajadores contra las plataformas desde 2018, y presionando a la Inspección de Trabajo para que haga cumplir la ley y actúe contra las empresas que no contratan a los riders como empleados y no cotizan a la Seguridad Social.
Tras la formación del gobierno de coalición PSOE-Podemos en enero de 2020, se vislumbró la posibilidad de una ley que regule el trabajo en plataformas.RidersXDerechos participó en el desarrollo de la ley con la ministra de Trabajo de Podemos, Yolanda Díaz, en las primeras fases, pero tras una larga negociación entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal, la ley quedó diluida, limitada sólo a los riders y con ciertas debilidades en temas como la subcontratación, una dilución que RidersXDerechos criticó abiertamente.
No obstante, la Ley de Riders fue la primera en Europa en afirmar que los mensajeros de reparto de alimentos son empleados, y en establecer el derecho de los representantes sindicales a ver cómo funcionan los algoritmos de la empresa. La Ley Riders lleva ya dos meses en vigor y tiene una acogida desigual tanto por parte de los trabajadores como de las plataformas.
Nuria Soto es una de las líderes de RidersXDerechos desde su fundación, y también creó en 2018 una cooperativa de reparto de comida en Barcelona llamada Mensakas como alternativa a las grandes plataformas.
The Gig Economy Project se reunió con Soto en el Foro Alternativas a la Uberización en Bruselas el 27 de octubre para hablar de todo esto y más. Esta entrevista está disponible como podcast o en forma de texto escrito.
GEP: Ridersxderechos criticó las limitaciones de la Ley de riders del gobierno español. Diez semanas después de su entrada en vigor, ¿funciona le ley?
Nuria Soto: Sí, fuimos críticos con le Ley. Creo que es la función de un movimiento social: siempre pedir más, y más y más. Nunca se puede conformar cuando los derechos laborales de los trabajadores no están adquiridos del todo. Igualmente, la ley de riders también tiene sus partes buenas, y establece una base para la lucha mucho más fácil que la que hemos tenido hasta ahora.
Sin embargo, hemos visto que ha entrado en vigor la ley y sigue habiendo empresas que se la saltan o que pasan a otras ilegalidades como puede ser la subcontratación a través de cesión ilegal de trabajadores. O como en el caso de Glovo que directamente se niega a cumplirla.
Lo cual pone en evidencia la facilidad que tienen estas empresas para saltarse la ley, el poder que tienen, y los pocos recursos que tenemos para evitar la impunidad de estas empresas.
GEP: Hemos visto que Uber Eats y Just Eat emplean a los riders a través de subcontratas en España. A largo plazo, ¿podría ser que el problema para los riders sea que le ley no sea suficiente para acabar con la precariedad de los riders y no que las plataformas no respeten la ley?
NS: No es que no haya leyes eficientes, porque la ley está muy clara, el problema es que se la saltan. Se la saltan desde la perspectiva de falsos autónomos o desde la perspectiva de cesión ilegal de trabajadores. Esto último lo vimos en el caso de Cabify.
Por lo tanto, no es solo que no haya leyes ineficientes, sino que no hay una eficiencia para que estas leyes realmente se cumplan. Por ejemplo, a los fundadores de Ridersxderechos nos despidieron hace cuatro años, y ganamos el proceso judicial después de tres. Es decir, la justicia va lentísima y la impunidad es elevadísima. Creo que son los principales problemas.
GEP: El movimiento de riders vinculado a los sindicatos que luchan por los derechos laborales, ¿se ven desafiados por el movimiento ‘Sí, soy autónomo’, organizados a través de asociaciones, vinculadas a las grandes plataformas, como Glovo y Uber Eats. ¿Le ha sorprendido la aparición de este movimiento? ¿Cree que continuará?
NS: Antes [en la conferencia], Luciana, de Entregadores Antifascistas de Brasil, decía que esto no es nada nuevo. Lo que hay son nuevas formas. A fin de cuentas, es una nueva forma de sindicalismo amarillo de toda la vida. Y estamos viendo cómo esto se potencializa gracias a que las empresas están invirtiendo muchos recursos en ello. Ya no se intenta vencer a los trabajadores que están en contra. Lo que intentan las empresas es poner a los trabajadores y a las sociedades a favor de algo. Hacerles pensar que aquello es lo mejor. Que aquello les va a aportar algo.
Por eso, el hecho del falso autónomo es lo que ha facilitado movimientos así y un sindicalismo entre comillas amarrillo. Porque ser falso autónomo encaja con el lema “sé libre”, “se tu propio jefe”, con todo el discurso neoliberal y la estrategia de la empresa para ganar esta batalla cultural de la mano de los trabajadores defendiendo aquello que les explota.
Si ahora partimos desde el caso de muchas empresas de trabajadores reconocidos como tal (falsos autónomos), aunque precarios – y esto sí que lo ha facilitado la ley riders- hay que luchar por más cosas. Ya no tiene sentido “ser tu propio jefe”, las asociaciones pro empresa, pro autónomas, porque ya partimos de la base del asalariado. Para mi esto es muy importante y pone en evidencia que la batalla discursiva, legislativa y de las calles van de la mano y se complementan entre ellas.
GEP: Riderxderechos ha existido durante casi media década y ha conseguido mucho. Pero, ¿cuál crees que es el papel de Ridersxderechos ahora?
NS: El papel de Ridersxderechos ahora es intentar aportar a esta nueva batalla que nos espera otra base. Una vez entrada en vigor la ley rider hemos ganado 50 sentencias. Creo que partimos de otra base, de nuevas competencias basadas más en la laboralidad. Por eso, veremos otras formas de explotación. Pero creo que los sindicatos van a tener mucha más capacidad de acción. Creo que es ahí donde Ridersxderechos tiene que estar.
España ha liderado un tema judicial, un tema legislativo, y también ha sufrido en primera persona las estrategias de la empresa para desorganizar a los trabajadores. Por ello, una de las funciones de Ridersxderechos es coordinarse, que ya lo está haciendo transnacionalmente, para intentar aportar todo lo que ha vivido al resto de movimientos.
También, Ridersxderechos está en las alternativas que van surgiendo, como las cooperativas a nivel estatal y que van con ‘Coop-cycle’. Es otro de los caminos que tenemos que poner en valor.
GEP: Estamos aquí en Bruselas para el foro alternativas a la uberización, con trabajadores de plataformas de todo el mundo. ¿Cree que el internacionalismo es una parte importante para construir un movimiento fuerte de trabajadores de plataformas?
NS: Creo que es vital e importantísimo. No solo el internacionalismo, sino los puntos de encuentro. Esto lo diría sobre cualquier movimiento social. Es decir, no solo es importante que haya trabajadores organizados, sino que tengan puntos de encuentro donde generar vínculos. Creo que es la fuerza de cualquier movimiento social. Y si estamos hablando de un modelo económico y de un problema a nivel mundial, que va calando en cada país de la misma forma – aún con las correspondientes singularidades legislativas y contextuales – es esencial estar unidos para intentar buscar una respuesta conjunta a un problema que ni siquiera es sectorial, es un modelo económico. De ahí la importancia de encuentros como el de hoy.
GEP: En diciembre, la Comisión Europea publicará su plan para una Directiva sobre el trabajo en estas plataformas y que será una regulación importante para los usuarios de toda Europa. ¿Crees que será un paso adelante o un retroceso?
NS: Depende de la Directiva que pase adelante. Tenemos que intentar que haya un punto en común en esta Directiva, más allá de las legislaciones específicas de cada país. No puede calar el discurso de libertad y flexibilidad para conseguir una desregularización y retroceder en derechos laborales. Como he dicho antes, hay cosas que no se pueden negociar y que no son elegibles. No se puede elegir si tú eres autónomo o asalariado. Esto no es una elección, es una realidad. La Directiva que pase adelante tiene que basarse en estas realidades y no en estos espejismos de flexibilidad y libertad totalmente neoliberales. Creo que por eso hace falta una Directiva.
GEP: Hablemos de ‘Mensakas’, la cooperativa de riders de Barcelona que co-fundaste en 2018. ¿Cómo ha progresado en los últimos tres años?
NS: Mensakas ha pasado por procesos muy difíciles. Debemos pensar que cuando algo así se presenta como alternativa y cumple con aquello en lo que cree, con la legislación, a favor de un derecho de bienestar, etc. se enfrenta también a una competencia desleal. Esto se ha visto sobre todo en las ciudades más grandes, donde la competencia ha sido más feroz. Te obliga a hacerte un mercado que comparta valores, estar dentro de la economía social y solidaria, intentar fomentar el comercio local y de proximidad, que significa no trabajar con cadenas.
También hay que pensar que estamos hablando de auto-organización y auto-ocupación, y hay muchas cosas que cuando empiezas un proyecto así no sabes hacer. La formación y el seguimiento son muy importantes, y en el caso de Mensakas hemos aprendido muchas cosas a base de errores. Hemos pasado épocas más difíciles y ahora estamos en una época, quizá, más estable. Pero siempre de lucha constante.
GEP: ¿Crees que las plataformas cooperativas pueden desafiar el poder de empresas como Glovo y Uber Eats en el futuro?
NS: No vamos a tener una financiación de 350 millones euros como Glovo. No pretendemos competir en el sentido de que no vamos a jugar en la misma liga. Esto no quiere decir que no se pueda llegar a ser competitivos en muchos aspectos. Creo que sí se puede. Y más con la suma. El cooperativismo se basa en la suma de muchas cooperativas. Mensakas no tiene el objetivo de crecer, hacerse enorme y estar en todas partes. Su objetivo es ir haciendo alianzas. Con esta filosofía se puede ser competitivo por más que no quieras competir o no vayas a competir. Se pueden ofrecer alternativas y puedes hacerte con un público que ahora mismo está en las grandes plataformas. Con el caso de Coop-Cycle, y más después de la pandemia, cada vez son más las cooperativas en todo el mundo.
Esto demuestra algo básico y es que se puede desmontar el argumento de cuando nos venden la tecnología atada a lema “esto es lo que viene y esto es el futuro”. De alguna forma, lo que se está diciendo es: “no, no, esto no tiene que ser lo que viene, ni tiene que ser el futuro”. Nosotros también sabemos utilizar la tecnología y las aplicaciones, y también sabemos ofrecer el mismo servicio. Pero atado a unos valores, generando auto-ocupación y garantizando unos derechos laborales. Más allá de hasta donde compitas o no, poder transmitir este mensaje es la señal de lucha más grande que pueda tener Co-opCycle ahora mismo.
GEP: Por último Nuria, ¿eres positiva sobre el futuro de la lucha de los trabajadores de plataformas en España y Europa?
NS: Cada vez tenemos más relevancia y es lo que nos hace tener cada vez más fuerza. Somos aquello que las empresas no quieren que exista. Es decir, trabajadores diciendo que no queremos esto, que no somos nuestros propios jefes. De alguna manera, somos el fracaso para las empresas y tenemos que seguir siendo eso. Mientras seamos el fracaso de las empresas, es decir, todo lo contrario de lo que pretenden, vamos por buen camino.
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